Hildelisa
Ledón Rivera. - Hablar sobre San
Antonio de los Baños es más placer que oficio. Aquí nacimos y vivimos los años
irrepetibles de la juventud, amándolo, hechizados por la memoria de sus poetas y
el fluir de las aguas bajo los puentes a San Antonio de los baños lo conocimos
de veras, no como el que se contenta con el zumo de la fruta, sino como
el que entra por las ramas del árbol para saber de sus raíces. Esta ciudad que
emerge cada mañana de la espesa bruma que flota sobre su rio, está hecha de
trabajo, tabaco, humor y alegría, gente y poesía. al principio era el
asentamiento de grupos aborígenes que dejaron sus huellas, sobre todo en
las márgenes del rio Ariguanabo. Hoy, es un pueblo que trabaja por un mañana
mejor, lleno de pregones enraizadas costumbres y muy laborioso. Cada
ciudad tiene su historia, que es la historia de su gente, piedra sobre
piedra, generación tras generación con sus calles pendientes que corren
hacia el rio, esa es nuestra historia desde la primera piedra hasta la ultima
generación, en un bello lugar de mi Cuba.
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