Un capítulo con Félix

Por Carlos Enrique Rodríguez

Volver a repasar las páginas del libro “Estampas ariguanabenses”, me hizo revivir pasajes de la historia costumbrista de San Antonio de los Baños. Con ágil pluma de artista y la elegancia  para el detalle de este o aquel personaje, el autor de la obra, me llevó por las anécdotas y vivencias de Babico, Cuinco, Mambole o Moinelo. Después de leer, quise dialogar con el profesor Félix Romero de la Osa, técnico en perfumería, jabonería y cosmética desde 1946, contador en la Universidad Académica Minerva en 1953 y Licenciado en Letras de la Universidad de La Habana desde 1955. Más allá de estos títulos, este ariguanabense nacido el 18 de diciembre de 1926, resulta un libro abierto para quien quiera repasar la obra martiana, un duelo entre pitcher y bateador al estilo de  Julio Moreno y Armenio Torres, los bailes con la Aragón en la sociedad Círculo de Artesanos o tomarse un “Cubanito” en la barra del bar Martí, en la céntrica calle real.

Protagonista invencible por la salud de los más viejos

Desde pequeño, Liván Delgado Roche, natural y residente en San Antonio de los Baños, sufrió mucho por la enfermedad de sus abuelos y acostumbra a decirles: “Pipo, Mima, no se escondan, no teman al ligero temblor de las manos, se puede ser joven y feliz hasta después de viejos”. Con notas sobresalientes cursó todo colegio y se prometió a sí mismo: “Voy a luchar por la vida y tratar de sanar enfermos”. Aún, el constante batallar, la investigación y los estudios le roban infinitas horas al sueño, porque tu andar, con sólo treinta y un años, no es escalar posiciones y peldaños imposibles y en plena juventud ya tienes una larga trayectoria de reconocimientos como el “Yanet Rodríguez Morales In Memoriam”, que se le otorga a los jóvenes más destacados de Latinoamérica, así como el Premio Internacional “Plutarco Naranjo In Memoriam”, solamente conferido a prestigiosas figuras de la Farmacología en toda América.

Yo soy de donde hubo un río

Once Kilómetros corren de norte a sur , el origen del Río  Ariguanabo proviene del derramen natural de las aguas de la Laguna y de los manantiales del Ojo de Agua, su caudal atraviesa la VIlla de San Antonio de los Baños y se sumerge en las entrañas de la tierra , bajo vieja y frondosa ceiba, en la Cueva del Sumidero.  ¿Cómo puede arrastrar tanta carga contaminante?Al extender la vista para  mirarlo se siente que tiene pena , y hasta los mismos sauces llorones  de La Placita se inclinan con  rubor, al ver el hilo de agua , que antes fue plateado  y ahora arrastra más que agua, desechos.